Monday, December 1, 2014

SIETE DE CADA 10 COMUNICADORAS DESCARTAN LA TV ESTUDIANTES DENUNCIAN QUE BUSCAN COSIFICARLAS

Un análisis de la realidad de la televisión, que impone estándares.

El 70% de las estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), que fueron entrevistadas, cree que los parámetros estéticos que impone la televisión a las mujeres son discriminatorios por apariencia física y que representan un obstáculo para acceder a un puesto laboral como presentadoras.

No se trata solo de una opinión, sino de la experiencia de muchas jóvenes. Algunas fueron rechazadas cuando postularon al cargo por carecer de "buena presencia" y otras ni siquiera se animarían a presentarse, porque creen que no cumplen los requisitos de "belleza". Otras fueron contactadas en la misma universidad para presentarse a castings cerrados, lo que implica una selección previa.

"No me interesa, porque no soy modelito", expresó una estudiante de quinto año; otra se presentó a un casting donde había muchas jóvenes atractivas, pero al final el puesto fue para una exmagnífica. Otra joven contó que "un productor vino a la carrera y a las más simpáticas nos decía que si queríamos hacer el casting", es decir que había una selección previa.

Por eso muchas estudiantes apuestan a la producción televisiva, a la radio o prensa, o a buscar trabajo en otras áreas. Éste es el resultado de las entrevistas realizadas a 100 estudiantes de Comunicación de la UMSA, 20 por cada uno de los cinco años que demanda la carrera. Un 43% tiene entre 21 y 22 años de edad, y el resto 18 a 24.

La mujer “bella” de la TV. Estudiantes de Mención Periodismo hicieron un seguimiento a las revistas informativas y noticieros de los canales de televisión abierta en la ciudad de La Paz y verificaron lo que se ha normalizado, en especial en las cadenas nacionales: la mayoría de las presentadoras son altas (o usa tacones), delgadas, de tez clara y jóvenes.

Casi todas se visten con el estilo que imponen las boutiques, entre otras empresas que auspician esos espacios y que demandan características físicas específicas. Es decir que estas mujeres cumplen el estereotipo de "belleza" que ha creado la televisión.

Lo anterior implica que la mayoría de los canales en la ciudad de La Paz vulnera los artículos 9 y 46 de la Constitución; los artículos 4, 14 y 21 de la Ley Integral Nº 348 y los artículos 16 y 23 de la Ley Nº 045 contra el racismo y toda forma de discriminación. Estas disposiciones establecen que la apariencia física no debe ser un requisito para acceder a un empleo.

Sin embargo, en la televisión es indispensable la "buena presencia" para las mujeres, como indica Jaime Iturri Salmón, director de ATB y docente de Comunicación Social de la UMSA. "Hay cargos en los cuales la apariencia física es imprescindible, no puedes concursar en el Miss Mundo sin ser bella. No puedes. Es así. Hay cargos, en cambio, donde la apariencia física no tiene importancia: si juegas fútbol, qué importancia tiene; si escribes en un periódico, qué importancia tiene. Pero hay espacios en que la apariencia física es preponderante".

Aunque el derecho al acceso al trabajo no tiene ninguna relación con la decisión de participar en un concurso, las reinas de belleza y las mujeres que han incursionado en el modelaje tienen más oportunidad de ser contratadas como presentadoras, incluso si su formación es ajena a la Comunicación Social.

Iturri explica que "el canal, la televisión requiere ciertos rasgos de belleza. Ahora, evidentemente, tú puedes ser feo y la televisión te perdona eso si lo que dices es muy inteligente. Es el caso de Anoticiando (ATB), ninguno de los que están en Anoticiando son ni míster Bolivia ni señorita Bolivia, pero ahí hay un argumento y contenido".

"Contratamos mujeres lindas, en general, porque no encontramos ni presentadores hombres, ni presentadoras mujeres con la inteligencia suficiente. Si encontraríamos graduados de Comunicación con manejo de cámara, con inteligencia y con todo, con seguridad contrataríamos a alguien que sea de Comunicación; pero como no hay en las universidades del país, no hay en el país, nos está costando mucho".

Claudia Arce Lemaitre, Miss Bolivia 2009 y presentadora de ATB, cree que sin los rasgos físicos que la llevaron al Miss Universo el 2010, "posiblemente no habría participado de un casting para entrar a la televisión, entonces posiblemente seguiría estudiando mi carrera de Administración de Empresas".

La mujer “cosificación". El feminismo ha llamado a este fenómeno "cosificación". María Galindo, de Mujeres Creando, explica que "ya no vales por lo que sientes, ni por lo que haces, ni por lo que piensas, sino por la apariencia física que tienes y eso afecta a todas las mujeres, no hay una que se salve, ni las niñas".

La "cosificación" es también la introducción de modelos estéticos que rayan en la tiranía. "Es una pedagogía de la crueldad", que se ejerce sobre el cuerpo de las mujeres, afirma la antropóloga argentina Rita Segato, respecto a las presentadoras de la televisión de su país, en una entrevista publicada por Andar, agencia de noticias en red.

El cirujano esteticista Jhonny de la Riva sabe de esto, ya que la demanda de tratamientos estéticos por parte de las presentadoras de televisión es muy alta. Ellas buscan mantenerse bellas y parecer jóvenes. "Todas vienen", afirma, y si quieren mantenerse vigentes se someten a tratamientos que pueden ser dolorosos y costar entre dos y siete mil bolivianos.

Según Galindo, el problema es mayor. "Afecta a las mujeres que están en pleno ejercicio profesional, porque además hay una transferencia. Si esta 'cosificación' tiene como escenario los concursos de belleza, ya que los concursos de belleza han pasado a convertirse en estándar en la Tv para roles que antes eran periodísticos y que hoy no lo son·.

Lupe Cajías, presidenta de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), considera que en Bolivia se ha producido una distorsión al cambiar periodistas por modelos y reinas de belleza.

Vania Sandoval, comunicadora e investigadora del Observatorio Nacional de Medios (Onadem) de la Fundación Unir, observa que se trata de "un modelo de belleza impuesto"; y la comunicadora y periodista Gabriela Orozco Ruiz sostiene que ese estándar "solo nos genera frustración e inconformidad, por no encajar en ese molde perfecto".



consecuencias "informativas". Una pasante de Comunicación Social en un medio televisivo nacional, de quien se mantiene su nombre en reserva, advirtió tres aspectos respecto a las presentadoras. El primero es la dependencia del telepronter y del sonopronter (audífono), lo que implica que leen y repiten, respectivamente, lo que otra persona les dicta.

Un segundo aspecto es que en las revistas matinales las ven como parte de la escenografía, aunque, eso sí, las capacitan en locución y lectura. Tercero, que ellas no suelen involucrarse con el departamento de Prensa, pero sí con el área Comercial. De ahí que algunas veces cometan errores graves, en especial cuando tratan de improvisar.

A Cajías le preocupa también que muchas de las presentadoras que vienen del "mundo de la pasarela", tanto de noticieros como de otros programas, "no han pasado un curso o siquiera un seminario sobre ética, sobre deontología y entonces pueden presentar equivocaciones en el manejo de la información".

Antes no era así. Gabriela Orozco Ruiz también obtuvo un título de belleza en 1985, lo que le facilitó conocer gente de televisión, pero ella aclara que desde niña quiso ser periodista. "Había un tema de vocación, de querer hacer no solamente presentación, sino también reportajes, hacer calle, entrevistas, temas sociales, políticos, económicos, una cosa más amplia". Y lo hizo durante 25 años, como presentadora en ATB y luego como corresponsal de Telemundo.

Una de las obligaciones de las presentadoras en la mayoría de los canales es la publicidad que deben hacer de diferentes productos, desde la ropa que visten hasta alimentos y artículos de higiene y maquillaje, entre otros. Las que más disposición tienen para hacerlo son precisamente las modelos y reinas de belleza, algunas de quienes son imagen de algunas marcas.

Ésa es otra diferencia que observa Orozco, pues cuando ella era presentadora "leíamos sentadas, entonces solamente nos poníamos de la cintura para arriba, podíamos estar con jeans y nadie se enteraba y al final salía 'Gabriela Orozco se viste en tal lugar', nada más. Yo nunca mencioné que fulanito de tal me viste, fulanito del tal me peina, nosotras no mencionábamos".

En la actualidad, no todas las presentadoras se someten y no todos los medios imponen. La hip hopera Nina Uma fue invitada por Radio Televisión Popular a conducir la revista matinal; desde el principio ella dejó en claro que no haría publicidad, que se ocuparía de su ropa y que opinaría al final de cada noticia que presente. Su intención es romper con la idea de que la apariencia física establece jerarquías, primero “la bonita”, la presentadora, y después la coordinadora, la swicher o la periodista.

Una posición a contracorriente. En todo caso, Nina Uma recuerda que RTP ha ido a contracorriente de lo que hacen otros canales de televisión. “Cuando aparece la ‘comadre’ Remedios Loza, ahí se visibiliza la mujer de pollera… Eso para muchos fue un corte muy fuerte dentro de lo que debería ser la mujer, porque la televisión te pone un estándar que dice: ‘así deberíamos ser las mujeres, bien señoritas, bonitas, bien arregladitas y producidas’”.

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