Sunday, August 2, 2015

LA XXVIII ENTRADA CONGREGÓ A 66 FRATERNIDADES ESTUDIANTILES Entrada renovada

La juventud se vistió de folklore boliviano durante la Entrada Universitaria que ayer colmó las principales calles del centro paceño con música y danza. Una alfombra colorida y en movimiento, conformada por alrededor de 40.000 bailarines, avanzó al ritmo de las bandas alegrando al público que se ubicó en aceras y graderías para observar este evento cultural.
Además de las danzas más cotizadas, el evento en su XXVIII versión, sirvió para reivindicar otras menos conocidas.
El brillo y colorido de cientos de bailarines de caporales, de tinku y morenada, las danzas más populares en este evento cultural, se complementaron con los Wititis, del taller cultural Wititis-Humanidades; Qarwani, del programa de Derecho de las Naciones Originarias; Palla Palla de Puerto Acosta, taller Proyección Cultural, y el Jach’a Tata Danzanti, a cargo del taller cultural de Arqueología y Antropología.
Todas ellas fueron elegidas por los alumnos para su investigación y reivindicación.
"La entrada nació como algo pequeño que, con el tiempo, se ha hecho enorme con la incorporación de nuevas fraternidades, de nuevas danzas para la revalorización de nuestra cultura. Además ha generado la integración de las provincias del departamento de La Paz y ha potenciado las danzas autóctonas que en el pasado fueron muy ‘ninguneadas’”, manifestó el rector de la UMSA, Waldo Albarracín.
Una muestra de esa integración se vio en el paso de Amor Tacana a cargo del Centro Regional Universitario de San Buenaventura y Chunchos de Viacha- Agronomía que bailaron durante la mañana.
Poco a poco, cada una de las 66 fraternidades pasó por el palco oficial ubicado a la altura de la plaza Camacho, momento que fue aprovechado para hacer demostración de pasos y animar a bailar al alcalde de La Paz, Luis Revilla, y a autoridades de la UMSA.
"Son los jóvenes los que hoy día están encargados de revalorizar nuestra cultura, nuestras tradiciones, nuestras danzas y esa es la mejor manera de garantizar que perviva(...). La cultura es la que hace que La Paz sea una ciudad maravillosa y más aún si se trata de jóvenes universitarios que no solamente bailan y se divierten, sino que también investigan”, dijo la autoridad.
Las 30 danzas que se bailaron sirvieron para demostrar cuán imponentes son algunas fraternidades por el número de sus bailarines o, por el contrario, la fuerza y energía que tienen otras menos numerosas, pero que cuyos gritos animados se escucharon a metros de distancia.
Los Tinkus Huayna Lisos, los Tinkus Puros -que lucieron trajes con diseños del artista Mamani Mamani-, la Llamerada San Andrés, los caporales de Ingeniería, la tarqueada de Arquitectura, la Saya de Humanidades, entre otras, fueron las fraternidades que más adeptos demostraron tener en las graderías en diferentes puntos del recorrido, algo que los Wititis lograron con sus pasos y máscaras.
La moseñada, los jalq’as, calcheños, el pujllay, los potolos fueron las otras danzas que hicieron bailar siendo el centro de atracción de varios turistas.

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